Desde 1992 Vengo desarrollando este mágico trabajo de enseñar mi bella ciudad y toda su provincia a los turistas que se acercan a mi dorada Salamanca y cada día es una experiencia nueva, porque para mí cada cliente es único e irrepetible, lo cual me hace mantener la ilusión por mi trabajo tan especial y el resultado es siempre tan gratificante tanto para mí como para el turista que no me hace perder ni un átomo del entusiasmo y amor que esta profesión requiere para enseñar todos los encantos y maravillas de Salamanca y su provincia sin que nada me resulte ni a mí, ni a mis clientes ni aburrido ni repetitivo, y la prueba es que siempre vuelven, lo cual es mi mejor aval y carta de presentación.

Salamanca ” que hechiza la voluntad de volver a ella a cualquiera que de la apacibilidad de su vivienda ha gustado”, no hay mejor eslogan que estas palabras del licenciado Vidriera en la obra de Cervantes….

Pasear por sus calles llenas de movimiento y alegría, por su casco histórico antiguo pletórico de vida, ya que Salamanca no abandona su Historia y tradiciones y ahí seguimos día tras día, Salmantinos, estudiantes, turistas, viajeros de paso, todos en comunión saboreando esta ciudad a todas las horas del día y la noche, comiendo cultura a la hora del buen yantar y bebiendo alegría en sus animadas noches.

Adentrarse en su Historia, sus monumentos, sus personajes más representativos, sus muchísimas leyendas y anécdotas, pisar el suelo que tantos estudiantes, escritores y personajes ilustres pisaron hace muchos siglos, sentir sus piedras y su saber, adentrarnos en las reyertas de los bandos salmantinos promovidos por ansias de poder o por batallitas de estudiantes hambrientos de diversión y reconocimiento…. imposible quedarse impasible ante esta enigmática y maravillosa ciudad

Y todo lo harán de mi mano, con la experiencia que los años me ha dado en el trato con la gente, en saber lo que buscan y darles exactamente lo que desean, y sobre todo con el cariño y amor profundo que profeso a mi ciudad natal, lo que me lleva a enseñarla con toda la devoción y admiración que solo los ojos de una salmantina, charra de cuna, puede tener en su alma.

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